¿Qué es el sistema de control interno?
Es el conjunto de acciones, actividades, planes, políticas, normas, registros, procedimientos y métodos, incluido el entorno y actitudes que desarrollan autoridades y su personal a cargo, con el objetivo de prevenir posibles riesgos que afectan a una entidad pública. Se fundamenta en una estructura basada en cinco componentes funcionales:

  1. Ambiente de control.
  2. Evaluación de riesgos.
  3. Actividades de control gerencial.
  4. Información y comunicación.
  5. Supervisión.

logo lupa ci¿Cuál es el beneficio de contar con un sistema de control interno?
Seguridad razonable de:

  • Reducir los riesgos de corrupción.
  • Lograr los objetivos y metas establecidos.
  • Promover el desarrollo organizacional.
  • Lograr mayor eficiencia, eficacia y transparencia en las operaciones.
  • Asegurar el cumplimiento del marco normativo.
  • Proteger los recursos y bienes del Estado, y el adecuado uso de los mismos.
  • Contar con información confiable y oportuna.
  • Fomentar la práctica de valores.
  • Promover la rendición de cuentas de los funcionarios por la misión y objetivos encargados y el uso de los bienes y recursos asignados.

Implementación del sistema de control interno
Se deben cumplir las tres fases siguientes:

  1. Planificación: Se inicia con el compromiso formal de la Alta Dirección y la constitución de un Comité responsable de conducir el proceso. Comprende además las acciones orientadas a la formulación de un diagnóstico de la situación en que se encuentra el sistema de control interno de la entidad con respecto a las normas de control interno establecidas por la CGR, que servirá de base para la elaboración de un plan de trabajo que asegure su implementación y garantice la eficacia de su funcionamiento.

  2. Ejecución: Comprende el desarrollo de las acciones previstas en el plan de trabajo. Se da en dos niveles secuenciales: a nivel de entidad y a nivel de procesos. En el primer nivel se establecen las políticas y normativa de control necesarias para la salvaguarda de los objetivos institucionales bajo el marco de las normas de control interno y componentes que éstas establecen; mientras que en el segundo, sobre la base de los procesos críticos de la entidad, previa identificación de los objetivos y de los riesgos que amenazan su cumplimiento, se procede a evaluar los controles existentes a efectos de que éstos aseguren la obtención de la respuesta a los riesgos que la administración ha adoptado.

  3. Evaluación: Fase que comprende las acciones orientadas al logro de un apropiado proceso de implementación del sistema de control interno y de su eficaz funcionamiento, a través de su mejora continua.